Última hora de la guerra, en directo | Zelenski convoca mañana viernes a
su consejo de seguridad en respuesta a la anexión rusa de territorios
ucranios
El
presidente de Ucrania, Volodímir Zelenski, ha convocado para mañana
viernes una reunión de urgencia de los máximos responsables de la
seguridad y defensa del país, según ha confirmado Serhiy
Nikiforov, portavoz de la presidencia ucrania, quien ha añadido que la
agenda del encuentro se hará pública en las próximas horas. La reunión
del Consejo de Defensa y Seguridad Nacional de Ucrania llega en
respuesta a la ceremonia que se celebrará mañana en el Gran Palacio del
Kremlin, en Moscú, en la que el presidente ruso, Vladímir Putin, va a rubricar la anexión de Donetsk, Lugansk, Jersón y Zaporiyia
tras los pseudoreferéndums celebrados en estos territorios ucranios. La
incorporación formal de las cuatro regiones ucranias se prevé para el
próximo martes 4 de octubre. Esta anexión viola la legalidad
internacional y solo será reconocida por Rusia y una lista ínfima de
países que no incluye ni siquiera a socios tradicionales de Moscú como
Serbia o China. Además, Rusia ha enviado a Ucrania al primer grupo de militares reclutados tras la movilización parcial,
según la inteligencia estadounidense. Se trata de un “pequeño grupo” de
reclutas de los 300.000 militares que el Kremlin pretende movilizar
para hacer frente a la contraofensiva ucrania. En el ámbito diplomático,
Finlandia ha anunciado que va a restringir el acceso de turistas rusos a
su territorio a partir de medianoche, una medida que ya está en vigor
en otros países europeos que tienen frontera con Rusia (Polonia,
Estonia, Letonia y Lituania). El veto no afectará a aquellos ciudadanos
que crucen la frontera para visitar a familiares, por trabajo o por
estudios.
La OTAN promete una respuesta contra la guerra híbrida. Con una nueva fuga
en los gasoductos Nord Stream al mar Báltico, la Alianza Atlántica ha
declarado este jueves que la serie de fugas en las tuberías que unen
Rusia a Alemania son el resultado de actos de sabotaje que se
enfrentarán a una “respuesta unida y decidida”. Es la primera vez que la
alianza militar —que el miércoles aseguró que reforzará la seguridad
de las instalaciones críticas— advierte de forma tan clara de que está
preparada y dispuesta a contestar a los ataques a infraestructuras
claves de sus aliados y protegerlas.
Ni la OTAN ni la Comisión
Europea, que también prometió una respuesta a los sabotajes, culpan a
nadie abiertamente de las explosiones en las tuberías, que han causado un desastre medioambiental,
han vuelto a sacudir los mercados de la energía y han puesto sobre la
mesa las vulnerabilidades de las instalaciones claves de los Veintisiete
ante posibles ataques. Sin embargo, fuentes comunitarias, de la Alianza
y analistas especializados señalan a Rusia como el autor más probable
de los sabotajes, que las autoridades alemanas, danesas y suecas están
investigando.
“Nos comprometemos a prepararnos, disuadir y defendernos contra el
uso coercitivo de la energía y otras tácticas híbridas por parte de
actores estatales y no estatales”, dice una declaración conjunta el
Consejo del Atlántico Norte.
Los incidentes en los gasoductos Nord
Stream 1 y 2 —que no estaban bombeando gas en el momento de las
explosiones— llegan en plena escalada de tensión del presidente ruso,
Vladímir Putin, contra Occidente. El líder ruso, que ha ondeado amenazas nucleares y está utilizando la energía como palanca de presión, se apresta a anexionarse cuatro regiones
Ucranias a través de votaciones ilegales y agudiza la guerra que lanzó
en febrero en el país vecino, enviando a combatir a decenas de miles de
reclutas movilizados estos días en Rusia.
Los pseudorreferendos,
que servirán a Putin para pavimentar la anexión con la que busca
rediseñar el mapa para que esos territorios formen parte de Rusia,
elevan además el riesgo de guerra nuclear, han advertido la UE y la
OTAN. El Kremlin ha advertido de que considerará un ataque a Rusia
cualquier ataque en las cuatro regiones ucranias que quiere anexionarse
—Jersón, Zaporiyia, Lugansk y Donetsk— y en las que ha colocado a
autoridades títere.
Llamada de atención
Los vertidos
derivados de las potentes explosiones en los gasoductos, que se
encontraban llenos para mantener una presión constante, han sido una
llamada de atención importante sobre la seguridad de las
infraestructuras claves para los países, apuntan fuentes aliadas. La
guerra híbrida —que puede incluir desde propaganda a ciberataques,
pasando por estos sabotajes a instalaciones críticas— tiene como
objetivo desestabilizar e incluso llegar a paralizar un país.
Rusia
ha definido los incidentes en los gasoductos como un “acto de
terrorismo” y ante las informaciones de que había submarinos rusos en
una zona cercana a las explosiones, el portavoz del Kremlin, Dmitri
Peskov, ha recalcado que había una presencia “mucho mayor” de la OTAN en
el área.
Tras la alerta por los sabotajes a los gasoductos,
Bruselas se está moviendo para reforzar la protección de sus
infraestructuras. Es un tema complejo. Una directiva comunitaria de 2021
plantea fórmulas para reducir vulnerabilidades en instalaciones
críticas —tanto físicas como aquellos sistemas que proveen servicios
básicos, como la banca, el suministro de agua, energía, el ciberespacio,
las telecomunicaciones—, pero son los Estados quienes se ocupan de la
protección de sus infraestructuras. El viernes, los ministros de
Exteriores de los Veintisiete analizarán el incidente y una posible
respuesta en una reunión en Bruselas en la que se aprobarán medidas de
emergencia para hacer frente a los problemas de suministro derivados de
la batalla energética del Kremlin contra la UE.
El órdago devuelto a Laura Borràs que le ha estallado en las manos a Junts
Desde
el núcleo duro de JxCAT, se ha querido hacer una voladura controlada
del Ejecutivo, desgastando todo lo posible al 'president', aunque
Aragonès devolvió el golpe y puede romper a Junts
“Estoy harta de defender cosas que no he decidido yo”. Laura Borràs
advertía de esta manera tan categórica a sus socios de ERC de que algo
podía cambiar en las relaciones entre los dos partidos. Su interlocutor,
Pere Aragonès, tomó buena nota, pero eso no fue suficiente. El desalojo de Borràs de la presidencia del Parlament quemó las naves que Esquerra tenía en la orilla de Junts. Alguien en la cúpula ‘juntera’ juró que el 'president' lo pagaría muy caro.
Y desde entonces, la improvisación se adueñó de la política catalana y
aumentó el nivel de estrés, alimentado por las exigencias cada vez más
radicales de JxCAT.
Borràs se refería a que las relaciones de los posconvergentes con los republicanos eran pactos alcanzados por sus antecesores. Ella no tuvo nada que ver con eso ni con el acuerdo de gobierno al que ambos partidos llegaron el 17 de mayo de 2021. En esas fechas, quien manejaba los hilos era Carles Puigdemont,
el ‘expresident’ que mimaba tanto a JxCAT como a su Consell per la
República. De ahí que en uno de los puntos del acuerdo introdujese que
Junts y Esquerra “se comprometen a proseguir los trabajos de
reformulación del Consell per la República y trabajaremos para su
impulso y reconocimiento en tanto que institución republicana”.
La batalla de Puigdemont con ERCcomenzó siendo política y acabó siendo personal. Su poca sintonía con Oriol Junqueras, que había sido su vicepresidente en el Govern antes del referéndum ilegal del 1-O, se agravó después de que el republicano fuese condenado a 13 años de cárcel mientras él residía en Waterloo con el escaño de eurodiputado en el bolsillo. Ambos estuvieron años sin hablarse.
Hasta que por una cuestión de imagen se dejaron fotografiar juntos. Fue
una iniciativa de protocolo, porque los corazones de ambos les pedían
lo contrario.
Los dos partidos, sin embargo, no
tuvieron más remedio que llegar a acuerdos para gobernar. En las últimas
autonómicas de febrero de 2021, dejaron de lado personalismos y rivalidades políticas y pidieron a la CUP que les dejase formar Gobierno. Si los anticapitalistas votaban en contra, jamás hubiese podido formarse un Govern entre JxCAT y ERC.
El contrapunto de ese Govern ya no fue Puigdemont, que desde Bélgica estudiaba apartarse deliberadamente de Junts para dedicarse en exclusiva a su Consell per la República como 'líder transversal'. Su decisión provocó que en Barcelona se consolidase una corriente ‘dura’ encabezada por Laura Borràs,
a la que Junts había blindado en la presidencia del Parlament como
premio de consolación por haber quedado, por primera vez, por debajo de
ERC.
En las filas republicanas no es ningún secreto que esa situación no ha sido nunca digerida por los posconvergentes.
De hecho, CiU (y luego el PDeCAT y Junts) siempre había mirado a ERC
por encima del hombro. Lo cierto es que tras el 14-F, Pere Aragonès se
convirtió en ‘president’ y fue ganando protagonismo hasta ser el referente de la política catalana.
Para cabreo de JxCAT, ese faro no se refería solo al Gobierno español,
sino a otros interlocutores, como los partidos nacionalistas vascos o
gallegos, que veían en el republicano un valor más estable.
En esa coyuntura, el núcleo duro de los ‘junteros’ trabajó durante los últimos meses en desgastar al ‘president’. Cuando en junio pasado Laura Borràs fue elegida presidenta del partido, la andanada y la presión sobre ERC subieron varios grados. A partir de ese momento, Borràs reclamó el derecho a establecer ella los pactos que le correspondían como máxima autoridad de Juntsper Catalunya. Y su enfrentamiento con ERC, lo mismo que el de Puigdemont, pasó del plano político al plano personal.
Al margen de que los puntos del acuerdo de Gobierno hayan sido solo medio cumplidos por sus firmantes, hay dos cosas que JxCAT no perdona: ERC no le dejó mandar a la mesa de diálogo a las personas que quería y, además, los republicanos dejaron caer a Borràs, acusada de corrupción, de la presidencia del Parlament.
Una herida difícil de cerrar
En el primer caso, la cosa está clara. La mesa de diálogo es entre gobiernos, por lo que sus integrantes han de estar implicados en las administraciones correspondientes. Carles Puigdemont y Jordi Sànchez
batallaron para que incluyese a cargos del partido, pero no lo
lograron. O la componen miembros de los dos ejecutivos o no estarán en
la negociación. Junts quiere ahora reformularla ymandar en ella, enviando solo los temas que sabe que podrían dinamitarla.
Según los ‘junteros’, la existencia de esa mesa interfiere en el punto firmado de una dirección independentista de consenso y colegiada, pero al ser únicamente entre gobiernos, según los republicanos, esa apreciación pierde consistencia. A Junts lo que le gustaría sería poder manejarla a su conveniencia. Al no poder acceder a ella, la ha utilizado como desgaste de Pere Aragonès. Todos los cargos públicos de JxCAT recibieron la consigna de criticarla en sus comparecencias.
De ese modo, intentaron amplificar la imagen negativa de un instrumento
que había sido propuesto por ERC y que podía dañar la reputación de los
republicanos y, de paso, la del Gobierno central.
En el segundo caso, la caída de Borràs abrió una herida difícil de cerrar entre ambas formaciones. El sector duro de Junts culpa a ERC de no haber blindado a su jefa y quiere hacer pagar a Aragonès por ello.
Pero la postura de Esquerra no es extraña: incluso hay sectores
junteros que están a favor de su defenestración para no desgastar la
imagen de una institución como el Parlament. Y es preciso recordar que
incluso la CUP votó a favor de su cese.
Junto a Borràs, sin embargo, ha emergido la figura del secretario general del partido, Jordi Turull.
No es un advenedizo. Fue portavoz de CiU en el Parlament y presidente
del grupo parlamentario de esa coalición. Es un político de raza y
durante las pasadas semanas ha intentado templar gaitas para quitar hierro al enfrentamiento en el Govern. Sus tradicionales compañeros de viaje que, como él, provienen de la extinta Convergència no están por la labor de dinamitar el Ejecutivo.
Hay un detalle que no se ha de pasar por alto. Tras la reunión extraordinaria de este miércoles, Aragonès se reunió con Turull, mientras que Borràs esperaba
novedades en la sede del partido. Los dos interlocutores eran
conscientes de que una reunión Aragonès-Borràs sobre la continuidad del
Govern estaba destinada al fracaso.
En esa coyuntura, cobra sentido la afirmación de la propia Laura Borràs: “Si ERC no está cumpliendo los compromisos, ¿por qué no sale del Govern?”.
En otras palabras, para que deje gobernar a Junts, que es la tercera
fuerza parlamentaria. La máxima dirigente de Junts asume en sus
postulados la antigua esencia convergente: la de considerar que solo su
formación está llamada a detentar el poder en Cataluña. Desde Bélgica, Puigdemont,
militante de base de JxCAT, disfruta del espectáculo. Él ya no es la
mano que mece la cuna, pero todo lo que sea desgastar a sus rivales le
beneficia.
La consecuencia de esta brecha entre los dos grandes partidos
soberanistas es que el núcleo duro de JxCAT, que en su mayor parte no
proviene de CiU, quiere hacer pagar a Aragonès su "arrogancia" y lo que considera una "traición": apartar a Borràs.
Ese núcleo, con ella misma a la cabeza, ha encontrado las herramientas
necesarias para poner contra las cuerdas al ‘president’. Tiene argumentos, motivos y ganas para intentar desalojar a ERC de la Generalitat. Laura Borràs y los suyos confían en que el 'president' tire la toalla, convoque elecciones anticipadas y, al mismo tiempo, las encuestas cambien de tendencia. Y, por supuesto, que Aragonès se desgaste tanto que pierda un reguero de votos que recoja JxCAT para liderar el independentismo.
El cese del vicepresidente, Jordi Puigneró,
que había ocultado al ‘president’ la intención de Junts de pedir una
moción de confianza, es solo la primera consecuencia del divorcio entre
los dos grandes partidos independentistas. Puigneró era la correa de transmisión de la cúpula de Junts con el Govern
y era el hombre encargado de marcar de cerca a Aragonès y de
desgastarle. No hay que olvidar que una de sus primeras acciones al
tomar posesión fue reunir a los 'consellers' de JxCAT para repartir consignas.
Con él fuera del Govern, la influencia de Junts en el Ejecutivo queda
bajo mínimos. Y esa es otra de las cosas que JxCAT no soporta. Ahora,
los ‘borrallistas’ tienen otro argumento para querer ir más allá y acabar de volar el Govern.
Los cuadros moderados posconvergentes abogan por revertir la situación,
pero el núcleo duro de Junts (una pequeña parte de posconvergentes y
los nuevos fichajes de Puigdemont, ahora agrupados en torno a Borràs)
tiene claro su camino y quiere romper el Ejecutivo. La situación no solo puede provocar la caída del Govern: también la quiebra de Junts, amenazada por las dos almas que hay en su interior.
Yo mas bien creo que es gente joven que vive mal en familias desestructuradas y confian en un futuro mejor cuando se vayan a vivir solo lo que se alarga porque cuando pides ayudas sociales te dan largas ( te dicen que no pero debieran darte algo para irte a vivir humildemente pero solo ). Mejores o no con la edad cambias de actitud porque todo el mundo mejora menos tú que sabes no eras de lo peor que había en el pueblo y entonces luchas y no te dejas hacer daño, lo consigas o no.
Sí, también hay una depresión sonriente: qué es, síntomas y causas
¿Tú también has tenido o tienes una de esas amigas que parece que lo tienen todo, que siempre están felices y sonrientes, encantadas de haberse conocido, y al tiempo alguien te cuenta el pozo en el que andan sumergidas? Pues que sepas que este síndrome está a la orden del día y se empieza pensar en categorizarlo, o sea, bautizarlo.
"En psicología empezamos ya a hablar de la tiranía del positivismo, de esta tendencia a no reflejar las emociones negativas como la tristeza en esta sociedad que penaliza la contrariedad, o que se culpabiliza constantemente porque cree que no lo está haciendo bien. Las redes sociales han tenido mucho que ver en esto, porque nos hacen tender a desnaturalizarnos tratando todo el rato de sacar nuestra mejor versión: estamos absolutamente validados (o invalidados) por los "likes", cuenta Fátima Castaño, psicooncóloga de MD Anderson Cancer Center Madrid.
José Ramón Moreno, responsable de psicología de las organizaciones y del trabajo del Colegio Oficial de Psicología de Las Palmas,
sí habla de un nombre científico: "depresión atípica". Y en ella, "hay
un componente que dificulta su diagnótico, y es que ellos no son
conscientes de ello, incluso racionalizan cómo se sienten. Cuando hay falta de inteligencia emocional,
la historia se complica. Y es que nos han educado para tener una
inteligencia académica, pero no nos han enseñado a saber cómo nos
sentimos", detalla.
Sin embargo, algunos expertos como Ana de Paz, psicóloga de Psicopartner, dudan de que este tipo de personas de las que hablamos tengan una depresión real; la depresión con mayúsculas. "La depresión es una enfermedad muy grave que puede tener consecuencias fatales. Cuando alguien está fatal, no puede fingir; solo si se está a medias. Una cosa es estar triste, desencantada y poco motivada, y otra es estar deprimida", destaca De Paz.
La buena noticia es que la nueva corriente a cargo de muchas "celebrities" de haber visibilizado los problemas mentales
han hecho que estos hayan podido "salir del armario". Así, las personas
que se encuentran mal, pueden ver que no están solas y que lo que les
ocurre no les está pasando sólo a ellas. Selena Gómez, Kylie Jenner,Hunter Schafer y hasta Bella Hadid han hablado abiertamente de cómo lo han vivido.
"Es cierto: aunque ahora se ve más que antes, proliferan famosos presumiendo de sus depresiones y sus enfermedades. Y es que la salud mental, igual que el feminismo, está de moda: Lady Di fue una de las pioneras en este sentido", apunta Ana de Paz.
Las razones por las que se esconde
Los trastornos mentales (y la depresión es uno de ellos) siempre han estado estigmatizados.
"Quizá en los últimos 5 a 10 años un poco menos, pero la depresión es
la dolencia mas estigmatizada porque vivimos en una sociedad muy
productiva. Cuando alguien se coge una baja por depresión,
en la empresa se comenta que el afectado se podría haber tomado unas
vacaciones, pero lo cierto es que un médico lo ha considerado así. Sin
embargo, es curioso: el trastorno de ansiedad no está mal visto porque tiene más que ver con el exceso de productividad", distingue Enric Soler, tutor de los estudios de Psicología de la UOC (Universitat Oberta de Catalunya), y experto en psicología de la salud y la calidad de vida.
Y la clave es que no queremos ser un problema para nadie; en esta sociedad, la tristeza se penaliza.
"Es verdad que en la literatura y la música, en la ficción, la tristeza
es poderosa y sugerente, pero cuando nos cuenta alguien un problema,
nos ponemos nerviosas porque no sabemos qué hacer, no
tenemos ni idea de cómo manejar la tristeza del otro, es una mezcla de
empatía e impotencia, y miedo de que te pase a ti, a tu familia... El
sufrimiento no agrada a nadie. Además, hay que tener en cuenta que
nacemos con el instinto de superación, de superviviencia...", explica
Ana de Paz.
Aunque las personas que están pasando por una depresión, sonriente o no, se nieguen a que se les note, "se ve en el físico: las personas que se encuentran bien están aseadas, se arreglan, su casa está limpia, cumplen con su trabajo y sus horarios, no beben ni fuman más de la cuenta... Un buen termómetro sería fijarse en si han adelgazado o engordado, si beben o fuman más, si están más irritables, si tienen broncas con todo el mundo, la casa patas arriba, o duermen mucho, o poco…", dice Ana de Paz.
Además, los ojos expresan la tristeza
(en realidad, expresan todo), se nota la pesadez y el cansancio en
brazos y piernas, y se es muy susceptible a la crítica y al rechazo.
Es importante reflexionar si estamos sintiendo el aislamiento,
nos negamos a acudir a actos sociales o notamos que estamos haciendo
una sobreexpresión de emociones positivas, artificiales o impostadas.
Pero sobre todo, cuéntalo, aunque sólo sea un poquito. Si, en cambio, lo
estás viendo en la de enfrente, lo importante es la comunicación, mostrarnos disponibles, validar, acompañar... Y actuar poniéndote en contacto con un profesional. Él te dará las pautas a seguir.
El diario estadounidense The New York Times publicó el miércoles un artículo con supuestas conversaciones interceptadas de soldados rusos en la guerra de Ucrania, con contenidos como "Nos dieron orden de matar a todos los que veamos" o "Putin está loco".
El rotativo neoyorquino publicó frases pronunciadas por soldados en conversaciones con sus familiares en Rusia y que, en líneas generales, reflejan un sentimiento de frustración y pesimismo sobre la marcha de la guerra.
"Putin quiere tomar Kiev, pero no podemos hacerlo", "Nuestra ofensiva se ha parado. Estamos perdiendo esta guerra",
"Hemos perdido a medio regimiento" o "Cuando vuelva a casa dejaré el
dichoso ejército" son otras de las frases publicadas por el diario y
supuestamente pronunciadas por los rusos.
Las conversaciones
publicadas por el periódico incluyen críticas por la escasez de medios y
suministros, además de críticas a los comandantes militares, unos
comentarios que, según las últimas modificaciones legales aprobadas por
Moscú, podrían llevar a quien los hizo, a la cárcel.
El Kremlin
afirmó este miércoles que la campaña militar en Ucrania proseguirá
también después de la incorporación de cuatro regiones ucranianas, donde
en los últimos días celebraron sendos referendos de anexión, condenados por la comunidad internacional.
"Como
saben, no todo el territorio de la república popular de Donetsk ya ha
sido liberado. Estamos hablando del territorio en sus fronteras de 2014.
Por eso, como mínimo, hay que liberar toda la república popular de Donetsk", dijo el portavoz de la Presidencia rusa, Dmitri Peskov, en su rueda de prensa diaria.
Peskov
subrayó que en cuanto a la vecina república popular de Lugansk, las
tropas rusas tienen el control sobre la totalidad de esa región en sus
fronteras constitucionales.
"El territorio de la república popular
de Lugansk ha sido liberado completamente", afirmó. A la vez, el
portavoz del Kremlin no hizo referencia alguna a las regiones de Jersón y
Zaporiyia, que las tropas rusas controlan parcialmente.
Entre el
87,05 y el 99,23 % de los votantes en los referendos en cuatro regiones
en el este y sur de Ucrania apoyaron la anexión a Rusia, según los
resultados difundidos por las autoridades prorrusas con el cien por cien
de las papeletas escrutadas. El mayor apoyo a la anexión se registró en
Donetsk, región donde las tropas rusas controlan cerca de la mitad del
territorio, y donde el 99,23 % de los votantes habría respaldado la
incorporación a Rusia. La cifra fue ligeramente inferior en Lugansk,
donde a favor de esta opción se pronunciaron supuestamente el 98,42 %.
En
los territorios controlados por Rusia en las regiones meridionales
ucranianas de Zaporiyia y Jersón a favor de la entrada en Rusia habrían
votado el 93,11 y el 87,05 % de los ciudadanos, respectivamente. El
miércoles los líderes separatistas de Donetsk y Lugansk viajaron a Moscú
para pedir al presidente Vladímir Putin la incorporación a Rusia.
Rusos huyen a Finlandia
Preocupados
por un posible cierre permanente de la frontera tras la orden de
movilización de Moscú para la guerra en Ucrania, un creciente número de
rusos en edad de combatir huyen a Finlandia por el principal puesto fronterizo de Vaalimaa.
Procedentes
de San Petersburgo, Victor Zakharov, su esposa y sus tres hijos pasaron
por el puesto de control donde el número de cruces de rusos se ha
duplicado desde la orden de movilización parcial dictada por el
presidente Vladimir Putin la semana pasada.
"La
sensación de libertad aún no está debido a las noches sin dormir y al
tiempo dedicado a hacer las maletas", declaró el joven padre con la cara
desdibujada pero con una sonrisa. Después de una escala en Finlandia
con amigos, tiene previsto dirigirse a Israel.
Entre 7.000 y 8.000
personas cruzan cada día la frontera terrestre de 1.300 km, la mayoría
por el paso de Vaalimaa, el más meridional. Sus puertas grises se han
convertido en un punto de tránsito para miles de rusos que van al exilio
a sitios como Georgia, Kazajistán o Turquía.